…o del
estrés, mimos y regalitos de dulce amor
propio
Hay días, como hoy en los que estoy saturada, demasiado
trabajo, demasiadas ideas, demasiadas obligaciones…como tod@s, ¿verdad? ¿ A
quien no le pasa,? Que me cuente el secreto, por Dios, porque en días así creo
que me va a dar algo, yo también quiero ser Zen.
Por suerte, la voz de Pepito Grillo en mi cabeza me dice,
“para, para un rato, monina, date un mimo” y yo, que a Pepito siempre le
obedezco, paro y me distraigo. Me voy por el ciber espacio a ver que veo, a ver
que encuentro, con el firme propósito de no entrar en nada relacionado con el
trabajo, pero….., la cabra tira al monte, y una es capricornio, y siempre acaba
en webs de temáticas similares, pero esta vez, me ha salido bien. En vez de
deleitarme con videos y fotos de gatitos, he acabado por descubrir una Web
súper interesante, Saciasex Blog y a
“J”, al que intuyo que le gusta mearse de risa tanto como a mi. Aquí tenéis su
link:
Estaréis pensando, “esta es tonta”, que hace tupersex y
nos habla de otros recursos que pueden ser “competencia”. Pues puede que sea
medio lela, no digo yo que no, pero me gusta serlo, me río y eso que gano, pero
, como dice mi Pili, de Más allá del Placer, “aquí hay tarta para tod@s”.
Además, me gusta conocer otros recursos, saber a quién recomendar a mi gente
cuando yo no puedo resolver sus dudas o sus necesidades, y sobre todo, aprender
de compañer@s en el fascinante universo de la educación y exploración
afectivo-sexual, y definitivamente, creo firmemente de SaciaSex será uno de
esos recursos.
¿Conocéis la sensación de encontrar justo lo que buscas,
en el ambiente que te gusta, en el momento perfecto?, pues eso es lo que me ha
pasado a mi con su Web. Como podréis ver , nos ofrece de todo, desde relatos
erotizantes , pasando por consultas online con personal cualificado, que en
todo este mundo , como en todos, hay much@ envalentonao/a que habla sin saber,
formación, artículos en los que inspirarnos y su “cuquisexshop online”.
Contacto con “J”, porque me he enamorado a primera vista y
me ayuda a curiosear en la “cuquitienda”, y claro, miro, remiro, incluso flipo
quedándome ojiplática con algunas cosillas y me digo, “Nena, compra impulsiva
no, caca”, pero vuelve Pepito y me dice: “¡Qué coño compra impulsiva, criatura!
¿Acaso no te mereces un autoregalito de #dulceamorpropio?, No seas boba!”, y
como si Pepito habla, sus palabras son ordenes, me encargo un autoregalo de
amor a mi misma….. y me sigo enamorando de “ J” y de la Web, porque vamos, que
no me he tenido que volver loca con carritos , autorizaciones extrañas, bucles
espantosos ni naaaaaaa, vamos hecho en un segundo, pero cual es mi sorpresa que
todo esto ocurrió ayer al medio día , y ya tengo aquí mi compra!!!!!!! Si yo
pensé que los mails de confirmación e información que me iban llegando eran los
típicos pero que tocaría esperar! , pues no, rapidísimo, ni 24 horas!!!!!!!!! BIEN
POR “J”!!!!!
Y Bien por quien haya preparado el paquete, porque me ha llegado a
la oficina y me temía lo peor , que todo el mundo viera lo que había comprado,
o al menos de donde (“ ¿A que me hacen spoiler y no puedo dar sorpresa en el
blog?”), pues nooooooooooo, paquetito súper discreto, como podéis ver, que para
indiscreta ya estoy yo.
¿ Queréis ver lo que contiene?
Satisfyer 1 Next
Generation!!!!!!!!!!!!
Siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii! , venga, va, que volvéis a pensar que soy tonta
comprando la primera generación con todas las evoluciones del mismo que han
salido, pero, es que , LO AMO! , que
una es un poco mitómana, que me encanta
porque supuso el descubrimiento de una
estimulación totalmente diferente del clítoris, y le juré amor eterno,
pero……..lo perdí! Y aquí lo tengo de nuevo, con su puntita de silicona, sus
onditas de presión y vacío, sus 11 funciones distintas, su silencio, ay madre
ese silencio!, vamos , que no se entretiene en ruidos innecesarios y
desconcertantes mientras exploramos nuestro clítoris con sus ondas besuconas.
Podeis
conseguirlo aquí
Seguro que los siguientes Satisfyer son maravillosos, de
hecho tengo algunos, y lo son, pero, ya sabéis, ¡ese primer amor!