… o del amor
y del sexo detrás de una silla de ruedas.
Mi
termómetro marca 37,6º. Vale, no es mucho, pero tengo escalofríos, y soy una
masa de moco andante. El cartero me entregado un sobre a mi nombre hace un par
de horas, con el logo de Acosta ars, y se
lo que lleva dentro, un ejemplar de No me dejes ser tu Heroe, dedicado y
firmado por Andrea Acosta.
Preparo
una tetera, me enfundo en un pijama calentito y peluchón. Ibuprofeno y gafas,
Sofá, manta y Schubert de fondo. Empiezo a leer, al principio a ratitos, porque
no me da la cabeza, luego, sin parar.
SINOPSIS: Rick y
Alice se conocen y se hacen tilín, pero…… ella
es un alma cándida superada por su timidez y el un marine profundamente
marcado por su estancia en Irak. Es decir, estallido de emociones y deseos
contradictorios que salen de “ las mochilas” de ambos protas.
DATOS BIBLIOGRÁFICOS:
VALORACIÓN: Si bien el género de
novela romántica no es mi favorito ni el que más disfruto, esta novela me ha
gustado , y por varios motivos.
Es ágil, cargada de emoción muy
bien expuesta. La lectura perfecta para una tarde de resfriado máximo, lo
suficientemente dulce para arrullarte , pero sin causarte una diabetes por
exceso de azúcar.
Trata un tema demasiado a menudo
olvidado en este género, la sexualidad en personas con lesión medular. En
varios pasajes de la historia, vemos como Rick se enfrenta a miedos
relacionados con su sexualidad, que requiere un reajuste a su nueva situación
personal y haciéndonos reflexionar.
Estamos tan marcados por la visión
coitocentrista , que tendemos a pensar que al
producirse una lesión medular nuestra vida sexual termina para siempre, sin
darnos cuenta de que quizás no sea
posible llegar al coito pero queda un amplio y maravilloso abanico de posibilidades
sexuales y de sensaciones de las que disfrutar.
En otros casos, dependiendo del tipo de lesión
que se tenga. , la penetración y el orgasmo son posibles
aunque generalmente va a suponer un
trabajo con un@ mism@ para
superar el miedo y la creencia de ser medio hombre/ media mujer.En este
sentido, me encanta como Andrea Acosta nos presenta el tema, haciéndonos
participes de una realidad que demasiado frecuentemente tendemos a obviar.
En
definitiva, una delicia de historia, muy bien contada, y con un trasfondo sobre
el que debemos seguir trabajando, aunque eso ya será cuando se me quite el
catarro.
Oye, pues tiene muy buena pinta.
ResponderEliminarY espero que ese catarro ya sea tan solo un mal recuerdo.
Besicos.
Gracias, preciosa, quedan restillos, pero ya funciono! jijiji.
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