jueves, 14 de marzo de 2019

CUIDADOS Y SALUD VAGINAL A PARTIR DE LOS 40


… o de, flora vaginal, nuestras lindas potxolitas, vulvas y los dichosos estrógenos.


Bienvenidas a esta década, los nuevos 30 que los llaman. Yo ya los paso un poquito, y seguro que muchas de vosotras también y, aunque   aún sigamos teniendo la regla cada mes, seguro que como yo ya habéis empezado a notar pequeños cambios en vuestros cuerpos serranos, o eso, o estáis muy a puntito.
¿Cómo lo lleváis? Hablando con amigas y conocidas  me encuentro de todo, desde la que espera ese momento como agua de mayo para olvidarse de la regla definitivamente, pasando por la que está harta de seguir cogiendo kilos donde antes no se podían ni intuir, hasta la que teme el momento como si fuera el fin de su vida como mujer, y es que, por desgracia, sobre este tema también hemos recibido mucha información negativa basada en creencias erróneas como que una es menos mujer por no poder procrear hasta que las relaciones sexuales se vuelven dolorosas y poco menos que imposibles.
En fin, creo que necesitamos desmitificar un poco todo esto, conocer que cambios son esperables y, sobre todo, grabar a fuego en nuestras mentes y pieles que, si bien habrá cambios, también habrá cuidados que nos permitirán pasar por el climaterio y seguir creciendo con una salud vaginal estupenda, además de prevenir posibles molestias.
Pero ¿cómo empieza todo esto?, pues como todo por el principio:
ESTRÓGENOS: hormonas responsables de las características sexuales femeninas.
Antes de que la menopausia llegue a nuestras vidas, nuestros organismos, los de las chicas, a ver si alguno se me despista, producen estas hormonas, encargadas, entre otras cosas de regular nuestros ciclos menstruales, dotar a las paredes vaginales y volver un poco locos a nuestros estados de ánimo.

Durante la menopausia empieza a disminuir el nivel de estrógenos, y de esta manera las paredes vaginales se vuelven menos elásticas y más lisas, reduciéndose también la cantidad de lubricación vaginal durante el coito.

FLUJO Y MOCROBIOTA VAGINAL:
Vivimos con cierta cantidad de flujo vaginal, sobre todo en nuestra edad fértil. IMPORTANTE:  ha de ser transparente, blanco o amarillento. Si cambia de color, olor o consistencia o aumenta o disminuye en cantidad de forma significativa, puede ser indicio de una infección, así que hacedme el favor de vigilar vuestras bragas y observarlo un poquito, que más vale prevenir.
La microbiota, o flora vaginal son los microorganismos vivos que habitan en nuestras vaginas. Parece que mandan los Lactobacillus, los más abundantes, y que son los encargados de que exista cierto equilibrio , así como de  guardar a la vagina de posibles agresiones.
Cuando la concentración de lactobacillus disminuye mucho, otros microorganismos que se encuentran también en la vagina sana pueden proliferar, destruyendo el equilibrio y propiciando que aparezca daño o enfermedad.

CONSECUENCIAS:
Con todo este trajín de descensos y disminuciones, el interior de nuestras vaginas puede volverse más frágil, delgado y seco, es lo que se llama atrofia vulvovaginal (AVV), que me he informado, y cuyos síntomas pueden ser:  
  • ·    Sequedad, picores e irritación.
  • ·      Dolor al mantener relaciones sexuales
  • ·      Infecciones vaginales
  • ·     Infecciones de orina repetitivas
  • ·    ¡¡¡¡¡Necesidad de ser listas y cuidar nuestras potxolitas para prevenir en lo posible las molestias y además buscarles solución, que está casi todo inventado!!!!!

¿QUÉ PODEMOS HACER?
1 Lo primero y más importante, mantener a lo largo de nuestra vida una relación sana con nuestra potxuela, cuidarla, mimarla, conocerla, observarla, investigar cómo funciona y que regalos nos da. ¡¡¡¡¡Este es el principio fundamental, una vulva querida es una vulva feliz!!!!!
2 Regalarle mucho placer, que una vagina ejercitada estará más en forma.
3 Cuidar lo que nos ponemos, que siempre es mejor usar bragas de algodón, para que la pobre respire, y no llevarla apretada a lo morcilla, que se nos agobia.
4 Mantenerla limpita, como los chorros del oro, sobre todo durante la regla, pero siempre solo por fuera, nada de lavados ni duchas vaginales, y cuidado con los jabones, toallitas y desodorantes, que la vulva tiene que oler a vulva, no a piña colada.
5 Fortalecer el suelo pélvico antes, durante y después del embarazo. Ya sabéis, Kegels, Bolas Chinas y más Bolas Chinas , hipopresivos, talleres de refuerzo de suelo pélvico con fisioterapeutas…..

6 Hidratar y lubricar la vagina cuando sea necesario, que no será porque no hay productos maravillosos para ello, por ejemplo: Melagin Hidratante, White Bloom, Serum Lifting Genital de Nuei, Bioglide natural…, ¡preguntadme sin miedo!



Y ahora, ¿qué pensáis? ¿Cuidamos de nuestras vaginas?

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