…
o de, flora vaginal, nuestras lindas potxolitas, vulvas y los dichosos
estrógenos.
Bienvenidas
a esta década, los nuevos 30 que los llaman. Yo ya los paso un poquito, y
seguro que muchas de vosotras también y, aunque aún
sigamos teniendo la regla cada mes, seguro que como yo ya habéis empezado a
notar pequeños cambios en vuestros cuerpos serranos, o eso, o estáis muy a
puntito.
¿Cómo
lo lleváis? Hablando con amigas y conocidas me encuentro de todo, desde la que espera ese
momento como agua de mayo para olvidarse de la regla definitivamente, pasando
por la que está harta de seguir cogiendo kilos donde antes no se podían ni
intuir, hasta la que teme el momento como si fuera el fin de su vida como
mujer, y es que, por desgracia, sobre este tema también hemos recibido mucha
información negativa basada en creencias erróneas como que una es menos mujer
por no poder procrear hasta que las relaciones sexuales se vuelven dolorosas y
poco menos que imposibles.
En
fin, creo que necesitamos desmitificar un poco todo esto, conocer que cambios
son esperables y, sobre todo, grabar a fuego en nuestras mentes y pieles que,
si bien habrá cambios, también habrá cuidados que nos permitirán pasar por el
climaterio y seguir creciendo con una salud vaginal estupenda, además de
prevenir posibles molestias.
Pero
¿cómo empieza todo esto?, pues como todo por el principio:
ESTRÓGENOS:
hormonas responsables de las características sexuales femeninas.
Antes de que la menopausia llegue a nuestras vidas,
nuestros
organismos, los de las chicas, a ver si alguno se me despista, producen estas
hormonas, encargadas, entre otras cosas de regular nuestros ciclos menstruales,
dotar a las paredes vaginales y volver un poco locos a nuestros estados de
ánimo.
Durante la menopausia
empieza a disminuir el nivel de estrógenos, y de esta manera las paredes vaginales
se vuelven menos elásticas y más lisas, reduciéndose también la cantidad de lubricación
vaginal durante el coito.
FLUJO
Y MOCROBIOTA VAGINAL:
Vivimos
con cierta cantidad de flujo vaginal, sobre todo en nuestra edad fértil. IMPORTANTE:
ha de ser transparente, blanco o
amarillento. Si cambia de color, olor o consistencia o aumenta o disminuye en
cantidad de forma significativa, puede ser indicio de una infección, así que
hacedme el favor de vigilar vuestras bragas y observarlo un poquito, que más
vale prevenir.
La
microbiota, o flora vaginal son los microorganismos vivos que habitan en nuestras
vaginas. Parece que mandan los Lactobacillus, los más abundantes, y que
son los encargados de que exista cierto equilibrio , así como de guardar a la vagina
de posibles agresiones.
Cuando
la concentración de lactobacillus disminuye mucho, otros microorganismos que se
encuentran también en la vagina sana pueden proliferar, destruyendo el equilibrio y propiciando que aparezca daño o
enfermedad.
CONSECUENCIAS:
Con
todo este trajín de descensos y disminuciones, el interior de nuestras vaginas
puede volverse más frágil, delgado y seco, es lo que se llama
atrofia vulvovaginal (AVV), que me he informado, y cuyos síntomas
pueden ser:
- · Sequedad, picores e irritación.
- · Dolor al mantener relaciones sexuales
- · Infecciones vaginales
- · Infecciones de orina repetitivas
- · ¡¡¡¡¡Necesidad de ser listas y cuidar nuestras
potxolitas para prevenir en lo posible las molestias y además buscarles
solución, que está casi todo inventado!!!!!
¿QUÉ PODEMOS HACER?
1 Lo
primero y más importante, mantener a lo largo de nuestra vida una relación sana
con nuestra potxuela, cuidarla, mimarla, conocerla, observarla, investigar cómo
funciona y que regalos nos da. ¡¡¡¡¡Este es el principio fundamental, una vulva
querida es una vulva feliz!!!!!
2 Regalarle
mucho placer, que una vagina ejercitada estará más en forma.
3 Cuidar
lo que nos ponemos, que siempre es mejor usar bragas de algodón, para que la
pobre respire, y no llevarla apretada a lo morcilla, que se nos agobia.
4 Mantenerla
limpita, como los chorros del oro, sobre todo durante la regla, pero siempre
solo por fuera, nada de lavados ni duchas vaginales, y cuidado con los jabones,
toallitas y desodorantes, que la vulva tiene que oler a vulva, no a piña
colada.
5 Fortalecer el suelo pélvico antes, durante y después
del embarazo. Ya sabéis, Kegels, Bolas Chinas y más Bolas Chinas , hipopresivos, talleres de refuerzo de suelo pélvico con fisioterapeutas…..
6 Hidratar y lubricar la vagina cuando sea necesario,
que no será porque no hay productos maravillosos para ello, por ejemplo:
Melagin Hidratante, White Bloom, Serum Lifting Genital de Nuei, Bioglide natural…, ¡preguntadme
sin miedo!
Y ahora, ¿qué pensáis? ¿Cuidamos de nuestras vaginas?
No hay comentarios:
Publicar un comentario